PARADIGMAS
DE INVESTIGACIÓN
Autora: Maite
Marrero.
Licenciada en Educación Integral.
Maestrías en Investigación Educativa y
Gerencia Educativa.
Doctorante de Ciencias de la Educación.
La palabra paradigma, desde su mismo inicio en
la ciencia, se ha caracterizado por su
polisemia y autoreferencia. El propio Kuhn, en su legendaria obra sobre las
revoluciones científicas (1962), utilizó más de 20 sentidos diferentes para la
palabra paradigma. Así que, para evitar confusiones se parte de premisa más
general de paradigma, y más concretamente "paradigma de
investigación", como el conjunto de normas y creencias básicas que sirven
de guía a la investigación.
Paradigma
Positivista. Este paradigma está orientado por el legado del paradigma positivista-lógico,
lo que Habermas define como "la fe de la ciencia en sí misma", esta
noción de paradigma corresponde a la noción metafísica, la metodología
científica como único paradigma.
Entre sus principales características
figura como la teoría orienta a la práctica; además las teorías sociales y en
particular las teorías educativas deben ser conformes a las normas y criterios
científicos. Igualmente señala que las teorías científicas deben ser
explicativas y predictivas. Aceptan como ortodoxia al método
hipotético-deductivo: la investigación científica consiste en proponer
hipótesis, en forma de leyes generales, y su validación resulta del contraste
de sus consecuencias teóricas (deductivas) con las observaciones
experimentales.
Según el paradigma la metodología de la
investigación educativa bajo la influencia del paradigma está representada,
principalmente, por la corriente de metodologías funcionando como leyes, puedan
aplicarse a la práctica educativa con objeto de mejorar la eficacia de la
misma. Por último, contempla a la teoría educativa como una ciencia inmadura,
en comparación con la física y la química, y por tanto necesitada de desarrollo
y perfeccionamiento (Carr y Kemmis 1988, p. 75).
Paradigma Interpretativo: En este paradigma se sustituyen los
ideales teóricos de explicación, predicción y control por los de comprensión,
significado y acción. Su finalidad no es buscar explicaciones causales o
funcionales de la vida social y humana, sino profundizar el conocimiento y
comprensión de por qué la vida social se percibe y experimenta tal como ocurre.
El propósito de la ciencia social dentro
del paradigma interpretativo o hermenéutico es revelar el significado de las
formas particulares de la vida social mediante la articulación sistemática de
las estructuras de significado subjetivo que rigen las maneras de actuar de los
individuos. (Carr y Kemmis 1988, p.105). Bajo esta tradición la realidad es un
constructo social: la realidad social no es algo que exista y pueda ser
conocido con independencia de quien quiera conocerla. (p.116).
Entre sus características están el valor a
la subjetividad, en el sentido de que los valores son fundamentales para la
investigación. Sus planteamientos van de la mano de la dimensión ideológica,
que intenta descubrir el significado de la realidad desde el punto de vista del
sujeto.
El ideal de esta metodología es la
emancipación, dándole protagonismo no al investigador, más bien permitiendo que
aflore el sentir del sujeto o del contexto en el caso de la etnografía, esto
permite manejar una concepción evolutiva que se podría denominar progreso para
las ciencias sociales ya que, promueve las metodologías participativas logrando
introducir en la investigación educativa la historia, la axiología y la ética.
Paradigma Socio-Crítico: En este paradigma se considera la unidad
dialéctica de lo teórico y lo práctico. La teoría crítica nace como una crítica
al positivismo transformado en cientificismo. Es decir, como una crítica a la
racionalidad instrumental y técnica preconizada por el positivismo y exigiendo
la necesidad de una racionalidad substantiva que incluya los juicios, los
valores y los intereses de la humanidad. Fue la escuela de Frankfurt
(Horkheimer, Adorno, Habermas) la que desarrolló un concepto de teoría que
tenía como objetivo fundamental la emancipación del hombre. A esta concepción
de teoría es a la que se refiere el nombre de Teoría Socio - Crítica.
Para la teoría socio-crítica es fundamental
la relación entre teoría y praxis, porque ella misma surge de la revisión de
esta relación, y es por ello que la concepción de la relación teoría-praxis es
el criterio que utiliza el paradigma crítico para diferenciar los distintos
paradigmas o tradiciones de la investigación. Por ello, la ciencia social crítica será pues,
aquella que yendo más allá de la crítica aborde la praxis crítica.
Su consecuencia directa en una acción
social transformada y para esto requiere según Habernas 1989 “una integración
de la teoría y la práctica en momentos reflexivos y prácticos de un proceso
dialéctico de reflexión, llevado a cabo por los grupos con el objetivo de su
propia emancipación”. (p.157) A la luz de este paradigma, la teoría crítica
genera las siguientes consideraciones sobre lo que debe ser una teoría
educativa: primero la teoría educativa debe rechazar las nociones positivistas
de racionalidad, objetividad y verdad; segundo la teoría educativa debe admitir
la necesidad de utilizar las categorías interpretativas de los docentes y
tercera la teoría educativa debe preocuparse de identificar aquellos aspectos
del orden social existente que frustran la persecución de fines racionales, y
debe poder ofrecer explicaciones teóricas mediante las cuales los enseñantes
vean cómo eliminar o superar tales aspectos y finalmente la teoría educativa es
práctica, en el sentido de que la cuestión de su consideración educacional va a
quedar determinada por la manera en que se relacione con la práctica.(Carr y
Kemmis 1988). Esta propuesta de una
teoría crítica de la enseñanza pretende la búsqueda de una comprensión más
consistente de la teoría y la práctica educativas, considerando al estudiante como investigador dentro de una concepción crítica de la racionalidad.
Referencias
CARR, W. y KEMMIS, S. Teoría crítica de la enseñanza. Martínez Roca.
Barcelona, 1988.
KUHN, T. The Structure of Scientific Revolutions University of
Chicago Press. 1962.
La Estructura de la Revoluciones Científicas. Fondo de Cultura
Económica. México, 1971.
GUBA, E. The Paradigm Dialog.
Sage Publications. 1990. "Criteria for Assesing the truthworthin of
naturalistic inquires". ERIC/ECTJ Anual, vol 29,2 p.75-91. 1981.
HABERMAS, J. Teoría de la Acción Comunicativa (vol.1 y 2) Taurus.
Madrid 1989.
MASTERMAN, M. "The Nature of a Paradigm" en Criticism and
the growth of Knowledge. Ed. I. Lakatos & A. Musgrave. Cambridge U.P.
Cambridge, 1970.
Gracias por tu aporte Betsaida, contribuyes significativamente a darle profundidad a mi escrito, Agradecida.
ResponderEliminarExcelente tú aporte, los elementos que proporcionan los tres paradigmas, son esenciales cuándo se va a dar respuesta a una realidad investigada,es importante la postura asumida por el investigador ya que desde su punto de vista analiza e interpreta y proporciona respuestas conveniente al hecho en estudio.
ResponderEliminarBuenas tardes Julia, agradecida por tu comentario
EliminarBuenos dias amiga,excelente argumentación,si bien es cierto que el investigador desde su punto de vista utiliza su perspectiva pragmatica en su realidad investigativa, sin obviar aquellos hechos resaltantes para su investigación. Nosotros en el campo de la docencia ponemos en práctica estos paradigmas frecuentemente y que sin darnos cuenta en algunas oportunidades asumimos, la postura del mismo. Te felicito Maite!
ResponderEliminarExcelente tu aporte en el positivismo se da la relación sujeto-objeto, en el interpretativismo sujeto-sujeto y en el socio critico teoría y practica muy interesante esta síntesis éxito
ResponderEliminarGracias Elizabeth, quise hacer esa síntesis gráficamente para dejar ver en resumen la caracterización de cada paradigma.
EliminarSi bien es cierto que la practica educativa conlleva a la construcción del aprendizaje también es cierto, que los enfoques utilizados para la investigación hacen posible que el investigador centre su interés de manera determinante y obtenga con ello un aprendizaje de calidad al utilizar de manera sistemática los métodos investigativos. De manera que tu aporte es muy interesante
ResponderEliminarCiertamente está clara la reciprocidad, Agradecida por tu aporte María, sinceramente no había notado esa particularidad, me diste un tema de reflexión.
EliminarMuy buen trabajo Maite. Coincido cuando comentas que el paradigma socio crítico considera al estudiante como investigador dentro de una concepción crítica de la racionalidad. Es importante incentivar desde los primeros años de formación pedagógica el interés del estudiante hacia la investigación. Que no se quede solo con lo que el docente le transmite, debe fomentar la curiosidad por lo desconocido, buscar respuestas a sus dudas y la mejor manera es indagando
ResponderEliminarGracias María.
ResponderEliminarBuenas noches....tema bastante interesante para mejorar los procesos educativos en Venezuela. sin embargo para que de alguna manera la inteligencia espiritual cale en nuestra sociedad, nuestros docentes deben vivir, interiorizar, incorporar y entender que este cultivo espiritual mejorara su desempeño docente. El problema es que nuestra sociedad vincula la espiritualidad con lo religioso y eso es un profundo error. El crecimiento como persona no esta solo vinculado al crecimiento cognitivo, sino al crecimiento de lo trascendental como ser humano y los docentes tienen en sus manos la posibilidad de fomentar valores mediante didácticas, estrategias y metodología cuya finalidad es fortalecer lo humano, los que nos diferencia del resto del reino animal. Lo espiritual tampoco se profundiza con ser mejor practicante de la religión que profesamos. Realmente va mas allá de los paradigmas sociales, morales y religiosos en los que estamos inmerso como sociedad, de hecho considero importante la incorporación de esta inteligencia para mejorar nuestra calidad de vida como sociedad, como país. Te felicito por tu investigación y planteamientos.
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