jueves, 29 de junio de 2017

Inteligencia Espiritual en la Escuela

La Inteligencia Espiritual en la Escuela
¿Metodología, Estrategia o Didáctica de los Valores?
Autora: Lic. MCs. Maite Marrero.
Licenciada en Educación Integral.
Maestrías en Investigación Educativa y Gerencia Educativa.
Doctorante de Ciencias de la Educación.
  Docente del Nivel de Educación Primaria del Colegio La Concepción.
 Docente Escuela de Psicología de la Universidad Bicentenaria de Aragua
Resumen
   La Inteligencia Espiritual como método puede ser vista por algunos pensadores como la forma de incorporar en el currículo un planteamiento que favorezca la enseñanza y aplicabilidad de los valores, sin embargo está el planteamiento de ser una estrategia que promueva este tipo de inteligencia a través de diversas actividades y platearla como didáctica sería con la instrumentación de diversas acciones puntuales que se limitan a su momento de aplicación. De tal forma, que este documento propone la incorporación de la inteligencia espiritual como metodología para fomentar valores  permanentemente en la escuela y cuestiona a través de la argumentación cual podría ser la mejor forma de incorporarla. Este ensayo se desarrolla basado en una revisión documental que pare desde el nacimiento de las inteligencias múltiples hasta la principal interrogante que supone la confirmación o el rechazo  de los planteamientos iniciales acerca si debe considerarse o no una metodología, una estrategia o una didáctica la inteligencia espiritual en la escuela, sin dejar de lado el principio laico de la educación.
Descriptores: Inteligencia Espiritual, Metodología, Estrategia, Didáctica, Valores
Abstrac
    Spiritual Intelligence as a method can be seen by some thinkers as the way to incorporate in the curriculum an approach that favors the teaching and applicability of values, however is the approach of being a strategy that promotes this type of intelligence through various Activities and to plate it as didactic would be with the implementation of various specific actions that are limited to its moment of application. Thus, this document proposes the incorporation of spiritual intelligence as a methodology to promote values ​​permanently in the school and questions through the argument what could be the best way to incorporate it. This essay is developed based on a documentary review that stops from the birth of the multiple intelligences to the main question of the confirmation or rejection of the initial approaches about whether or not to consider a methodology, a strategy or a didactic spiritual intelligence In school, without leaving aside the secular principle of education.
Descriptors: Spiritual Intelligence, Methodology, Strategy, Didactics, Values



“Más allá de si las personas son religiosas o no, de si son creyentes, agnósticos o ateos, todos poseemos Inteligencia Espiritual que es la que capacita para la contemplación y el asombro, para buscar el sentido último de la vida y de la muerte, para llevar una existencia solidaria y feliz.” Pérez Esclarín 2.014
Introducción
     La inteligencia espiritual tiene sus raíces como constructo de la Teoría de Inteligencias Múltiples de 1.983 por Howard Gardner, que inicia con los planteamientos de Daniel Goleman en su libro Inteligencia Emocional.    Estos antecedentes dieron origen a la inteligencia espiritual, que está ubicada en un nivel superior a las otras inteligencias, así lo afirma Gallegos 2.007; de allí que resulta interesante vincular la acción educativa con los beneficios que podría brindar esta capacidad.
     Por lo tanto, hablar de inteligencia espiritual definida como: “ la capacidad de trascendencia, capacidad de hacer las cosas cotidianas con un sentido de lo sagrado, usar recursos espirituales en problemas prácticos, capacidad de actuar con conducta virtuosa basada en la gratitud, paciencia, humildad, compasión, sabiduría y amor universal.” (Gallegos 2.007) es decir, que es la capacidad de tener en balance los propósitos materiales y el desarrollo emocional, intelectual y espiritual de tal manera que permita ser felices a pesar de las circunstancias no a causa de ellas.
     Cabe destacar que la práctica pedagógica debería conocer, internalizar y practicar estas herramientas que ofrece la inteligencia espiritual, para así fortalecer los valores y tener mejores habilidades para el afrontamiento de los retos que impone su rol protagónico de la escuela en la sociedad como formadora de grupos humanos con las características de la Venezuela actual.

Inteligencia Espiritual     

   Para referir este constructo es necesario citar a Danah Zohar e Ian Marshall (2.001) que vinculan el concepto de “espiritualidad” con el de “inteligencia”. Una de las formas en que definen a la Inteligencia Espiritual es como aquella “…inteligencia con la que afrontamos y resolvemos problemas de significados y valores, la inteligencia con que podemos poner nuestros actos y nuestras vidas en un contexto más amplio, más rico y significativo, la inteligencia con que podemos determinar que un curso de acción o un camino vital es más valioso que otro.”    La Inteligencia Espiritual es la base necesaria para el eficaz funcionamiento tanto de lo emocional como intelectual.


     De tal manera que el talento humano que hace vida en las escuelas y hace uso de las habilidades que ofrece la Inteligencia espiritual, podría tener un manejo más eficiente de su finalidad primordial que es fomentar valores, ya que como afirma Pérez Esclarín (2.014) “Más allá de si las personas son religiosas o no, de si son creyentes, agnósticos o ateos, todos poseemos Inteligencia Espiritual que es la que capacita para la contemplación y el asombro, para buscar el sentido último de la vida y de la muerte, para llevar una existencia solidaria y feliz.”, lo que significa que la inteligencia espiritual no es un tema limitado a la religión, se trata más bien del uso adecuado del cultivo de la interioridad. Y es claramente reconocido que en el silencio es posible los mejores procesos reflexivos. 


En ese sentido el mismo Libertador Simón Bolívar en sus pensamientos afirma: “el talento sin moralidad es un azote” pues “ciencia sin conciencia es la ruina del alma”¸ ya que de hecho, no hay nada más peligroso que una persona inteligente pero con el corazón pequeño y si tenemos una escuela que promueve esta condición puede resultar en una práctica docente centrada en el cumplimiento de objetivos intelectuales, pero generando insatisfacción, lo que resulta incongruente cuando se trabaja en el ámbito educativo, ya que un docente con un ámbito escolar hostil permea eso a los estudiantes que en definitiva son el eslabón más débil y es el resultado que se debe moldear integralmente como lo establece la Constitución de República Bolivariana de Venezuela en su artículo 102, que obliga a la formación integral del ser.

    Siguiendo este mismo orden de ideas en la Carta Magna  artículo 104 también se prevé: “La educación estará a cargo de personas de reconocida moralidad y de comprobada idoneidad académica” (CRBV 1.999), por lo que resulta claro que la moralidad, es considerada dentro de la estructura del marco jurídico, por la tanto, los docentes no deben estar de espaldas a esta realidad, además en la Ley Orgánica de Educación (2.009) también se establece en su artículo 1

La presente Ley tiene por objeto desarrollar los principios y valores rectores, derechos, garantías y deberes en educación, que asume el Estado como función indeclinable y de máximo interés, de acuerdo con los principios constitucionales y orientada por valores éticos humanistas para la transformación social, así como las bases organizativas y de funcionamiento del Sistema Educativo de la República Bolivariana de Venezuela. p 5.
     Por lo tanto, los docentes deben responder coherentemente a esta disposición y la incorporación de las herramientas que ofrece la inteligencia espiritual les permitiría asumir estos retos con una visión que no transgrede ni irrespeta la condición laica de la educación, sino que ofrece herramientas que cultivan la interioridad, lo que se traduce en una educación más humana.
  
Método, Estrategia o Didáctica
Entonces al considerar esta información sustentada desde lo psicológico, pasando por lo pedagógico hasta lo jurídico; ¿se podría considerar la inteligencia espiritual una metodología, una estrategia o una didáctica?

Figura Nº1 Relación de Inclusión de los conceptos Metodología, Estrategias, Didáctica
Fuente: Marrero 2.017. Basado en Santisbet 2010
     La figura 1 muestra la relación de inclusión de estos conceptos y como sus definiciones demuestran que la inteligencia espiritual puede ser utilizada en los tres, sin embargo su alcance estará supeditado a la profundidad que la escuela lo implemente.  

     Evidentemente la escuela puede asumir la postura más tímida, incluso no ser de toda la escuela, más bien desde la particularidad de un docente en su aula como una actividad específica para cumplir con un objetivo puntual de valores, sin embargo tiene que estar claro que la efervescencia de este tipo pocas veces hace una modificación de la conducta a largo plazo.

     Si se piensa la inteligencia espiritual como una estrategia, entonces ya hay más profundidad, aun cuando podría ser una postura igualmente particular de una docente su impacto sería más contundente, porque incluiría diversas actividades, ciertamente esto requiere de un mayor conocimiento de las distintas estrategias que existen para que pueda tener la significancia y se observe algún resultado en el proceso formativo.

    Llegar al punto de usar la inteligencia espiritual como metodología, significa matizar toda las acciones educativas dentro de este planteamiento de la espiritualidad, ofreciendo al niño durante su período de aplicación espacios para el cultivo de la interioridad, espacios para la reflexión e incluir prácticas de introspección fundamentales para lograr la apropiación de sus beneficios que van de la mano con los valores universales colectivos e individuales.

Algunas Conclusiones

    En conclusión se puede afirmar que la Inteligencia Espiritual conduce a la sabiduría, que no consiste en saber muchas cosas, sino en la capacidad de sumergirse en lo profundo y hacerse las preguntas esenciales. El conocimiento informa, la sabiduría transforma, lo que induce a vivir bien. Por lo tanto el conocimiento se presenta en palabras, la sabiduría en la vida.
     De allí que el logro de la sabiduría  conduce a la trascendencia, a ser mejores seres humanos, mejores padres, mejores maestros, mejores amigos,  mejores gerentes; lo anterior, solo logra a través del discernimiento que provee la inteligencia espiritual y los valores que se promueven en su práctica.

     Por todo lo anterior expuesto la autora asume que la incorporación de los principios de la inteligencia espiritual, serían  beneficiosos para el afrontamiento situaciones escolares, -bien sea en la rutina diaria o en los proyectos educativos- ya que este permea al ecosistema escolar, ayudando a fortalecer los valores de la Escuela la decisión de cual postura es más apropiada se deja a consideración del lector, dependiendo hasta donde se quiera llegar en la promoción de los valores.

“Inteligencia espiritual es la capacidad de escoger al ser elevado sobre el ego, extrayendo su sabiduría y compasión para mantener nuestra paz exterior e interior al margen de las circunstancias.”
David Fishman
    REFERENCIAS


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. 1.999 disponible en:

GALLEGOS N. Ramón (2007) Inteligencia Espiritual. Más allá de las  inteligencias múltiples y emocional. Fundación Internacional para la           Educación Holista, Guadalajara. México.

Ley Orgánica de Educación (2.009) República Bolivariana de Venezuela.

FERNÁNDEZ Antonio (2.006) Pensamientos del Libertador Simón Bolívar. Editorial Júpiter. Caracas. Venezuela

PÉREZ Esclarín, Antonio (2.014) La inteligencia Espiritual. Artículo de Opinión, disponible en: http://wp.me/p2GlHJ-H4

ZOHAR Danah e Ian MARSHALL(2.001) Inteligencia Espiritual. Isbn  9788401377372. Editorial Plaza & Janes.  Barcelona. España

sábado, 24 de junio de 2017

Paradigmas de Investigación

PARADIGMAS DE INVESTIGACIÓN
Autora: Maite Marrero.
Licenciada en Educación Integral.
Maestrías en Investigación Educativa y Gerencia Educativa.
Doctorante de Ciencias de la Educación.
 


     La palabra paradigma, desde su mismo inicio en la  ciencia, se ha caracterizado por su polisemia y autoreferencia. El propio Kuhn, en su legendaria obra sobre las revoluciones científicas (1962), utilizó más de 20 sentidos diferentes para la palabra paradigma. Así que, para evitar confusiones se parte de premisa más general de paradigma, y más concretamente "paradigma de investigación", como el conjunto de normas y creencias básicas que sirven de guía a la investigación.




   Paradigma Positivista. Este paradigma está orientado por el legado del paradigma positivista-lógico, lo que Habermas define como "la fe de la ciencia en sí misma", esta noción de paradigma corresponde a la noción metafísica, la metodología científica como único paradigma.
     Entre sus principales características figura como la teoría orienta a la práctica; además las teorías sociales y en particular las teorías educativas deben ser conformes a las normas y criterios científicos. Igualmente señala que las teorías científicas deben ser explicativas y predictivas. Aceptan como ortodoxia al método hipotético-deductivo: la investigación científica consiste en proponer hipótesis, en forma de leyes generales, y su validación resulta del contraste de sus consecuencias teóricas (deductivas) con las observaciones experimentales.
     Según el paradigma la metodología de la investigación educativa bajo la influencia del paradigma está representada, principalmente, por la corriente de metodologías funcionando como leyes, puedan aplicarse a la práctica educativa con objeto de mejorar la eficacia de la misma. Por último, contempla a la teoría educativa como una ciencia inmadura, en comparación con la física y la química, y por tanto necesitada de desarrollo y perfeccionamiento (Carr y Kemmis 1988, p. 75).


Paradigma Interpretativo: En este paradigma se sustituyen los ideales teóricos de explicación, predicción y control por los de comprensión, significado y acción. Su finalidad no es buscar explicaciones causales o funcionales de la vida social y humana, sino profundizar el conocimiento y comprensión de por qué la vida social se percibe y experimenta tal como ocurre.
     El propósito de la ciencia social dentro del paradigma interpretativo o hermenéutico es revelar el significado de las formas particulares de la vida social mediante la articulación sistemática de las estructuras de significado subjetivo que rigen las maneras de actuar de los individuos. (Carr y Kemmis 1988, p.105). Bajo esta tradición la realidad es un constructo social: la realidad social no es algo que exista y pueda ser conocido con independencia de quien quiera conocerla. (p.116).
     Entre sus características están el valor a la subjetividad, en el sentido de que los valores son fundamentales para la investigación. Sus planteamientos van de la mano de la dimensión ideológica, que intenta descubrir el significado de la realidad desde el punto de vista del sujeto.
    El ideal de esta metodología es la emancipación, dándole protagonismo no al investigador, más bien permitiendo que aflore el sentir del sujeto o del contexto en el caso de la etnografía, esto permite manejar una concepción evolutiva que se podría denominar progreso para las ciencias sociales ya que, promueve las metodologías participativas logrando introducir en la investigación educativa la historia, la axiología y la ética.


Paradigma Socio-Crítico: En este paradigma se considera la unidad dialéctica de lo teórico y lo práctico. La teoría crítica nace como una crítica al positivismo transformado en cientificismo. Es decir, como una crítica a la racionalidad instrumental y técnica preconizada por el positivismo y exigiendo la necesidad de una racionalidad substantiva que incluya los juicios, los valores y los intereses de la humanidad. Fue la escuela de Frankfurt (Horkheimer, Adorno, Habermas) la que desarrolló un concepto de teoría que tenía como objetivo fundamental la emancipación del hombre. A esta concepción de teoría es a la que se refiere el nombre de Teoría Socio - Crítica.
    Para la teoría socio-crítica es fundamental la relación entre teoría y praxis, porque ella misma surge de la revisión de esta relación, y es por ello que la concepción de la relación teoría-praxis es el criterio que utiliza el paradigma crítico para diferenciar los distintos paradigmas o tradiciones de la investigación.  Por ello, la ciencia social crítica será pues, aquella que yendo más allá de la crítica aborde la praxis crítica.
     Su consecuencia directa en una acción social transformada y para esto requiere según Habernas 1989 “una integración de la teoría y la práctica en momentos reflexivos y prácticos de un proceso dialéctico de reflexión, llevado a cabo por los grupos con el objetivo de su propia emancipación”. (p.157) A la luz de este paradigma, la teoría crítica genera las siguientes consideraciones sobre lo que debe ser una teoría educativa: primero la teoría educativa debe rechazar las nociones positivistas de racionalidad, objetividad y verdad; segundo la teoría educativa debe admitir la necesidad de utilizar las categorías interpretativas de los docentes y tercera la teoría educativa debe preocuparse de identificar aquellos aspectos del orden social existente que frustran la persecución de fines racionales, y debe poder ofrecer explicaciones teóricas mediante las cuales los enseñantes vean cómo eliminar o superar tales aspectos y finalmente la teoría educativa es práctica, en el sentido de que la cuestión de su consideración educacional va a quedar determinada por la manera en que se relacione con la práctica.(Carr y Kemmis 1988).  Esta propuesta de una teoría crítica de la enseñanza pretende la búsqueda de una comprensión más consistente de la teoría y la práctica educativas, considerando al estudiante como investigador dentro de una concepción crítica de la racionalidad.


Referencias

CARR, W. y KEMMIS, S. Teoría crítica de la enseñanza. Martínez Roca. Barcelona, 1988.
KUHN, T. The Structure of Scientific Revolutions University of Chicago Press. 1962.
La Estructura de la Revoluciones Científicas. Fondo de Cultura Económica. México, 1971.
 GUBA, E. The Paradigm Dialog. Sage Publications. 1990. "Criteria for Assesing the truthworthin of naturalistic inquires". ERIC/ECTJ Anual, vol 29,2 p.75-91. 1981.
HABERMAS, J. Teoría de la Acción Comunicativa (vol.1 y 2) Taurus. Madrid 1989.

MASTERMAN, M. "The Nature of a Paradigm" en Criticism and the growth of Knowledge. Ed. I. Lakatos & A. Musgrave. Cambridge U.P. Cambridge, 1970.